
Daniel Navarro Castro (22), quien el 24 de agosto del 2011 mantuvo como rehenes a varias personas en una venta de cerámica en el sector Santa Clara de Maracaibo, junto a otro delincuente identificado como Antony Alexander Benítez (18), fue asesinado de múltiples balazos a las 11:30 de la noche de ayer en el sector Los Estanques.
Informaciones policiales revelaron que Navarro Castro se encontraba tomando licor frente a un depósito de licores en la avenida 52 con calle 114C de Los Estanques, cuando varios sujetos desconocidos lo acribillaron a balazos quitándole la vida en el acto.
Noticia al Día le dio amplia cobertura a la tensa situación que produjo la toma de rehenes y les reedita a continuación lo ocurrido en esa oportunidad:
Los dos delincuentes que esta mañana tomaron como rehenes a varias personas en una venta de cerámica en el sector Santa Clara de Maracaibo, iban por el auto de un hombre que llegó a ese local para realizar una compra. Habían repetido esa acción de 10 a 12 veces en diferentes partes de Maracaibo, confesaron luego de ser detenidos.
Un tercer sujeto los habría dejado cerca de Cerámica Park a las 8:30 de esta mañana, al parecer en un auto Century. En el interior del establecimiento estaban dos clientes, un sexagenario que llegó en un Mitsubishi Lancer y otro cliente conocido que arribó en su camioneta Gran Cherokee, gris, 2007, placas KBP-62Z. Este último vehículo era el objetivo de los asaltantes.
Los dos hampones, quienes posteriormente fueron plenamente identificados como José Daniel Navarro Castro (21) y Antony Alexander Benítez Peña (18), se sentían seguro por la pistola Colt calibre 45 que uno de ellos empuño para encañonar a dos vendedoras de Cerámica Park e igual cantidad de clientes.

Funcionarios del CICPC respondieron igualmente al llamado y unos treinta hombres armados hicieron presencia. La situación se tornó tensa. Negociadores del CICPC incursionaron al local y observaron a los dos delincuentes y sus rehenes. En ese momento se presentó la madre de Antony Alexander Benítez, el menor de los hampones. La mujer entró con uno de los funcionarios del CICPC. Otros dos los escoltaban para estudiar el área donde estaban los sujetos y sus víctimas.
La intención de los hombres del CICPC era que la madre estableciera contacto con su hijo y lo persuadiera para que depusiera actitud. “¡Hijo entrégate!, te tiene rodeado la policía”, le dijo la mujer desesperada. Luego un experto policía tomó el celular y habló con el joven armado.
-¿Con quién estas?- pregunto el CICPC
-Con otro chamo- le respondió el asaltante
-¿Cuántas armas tienen?
-Una pistola 45
-¿Te vas a entregar o vamos por vos? – le dijo con firmeza el funcionario
-Nos vamos a entregar pero que estén nuestras madres – contestó sin perder el control el hampón
Fue una corta charla entre policías y ladrones. Al culminar la conversación la madre del otro antisocial estaba en el sitio. Seguidamente el que tenía la pistola calibre 45 la tiró al piso. La súplica de su madre lo convenció y pareció convertir la letal arma en una pistolita de juguete en manos de un chico travieso.
El comisario Luís Monrroy, jefe del CICPC-Maracaibo, dijo acompañado del comisario Elvis Villalobos, supervisor, que la negociación duro como 40 minutos. “La idea era manejar bien la situación para que los dos hombres armados no perdieran el control y fueran a disparar contra las víctima y los policías”, explicó Monrroy.
El jefe policial informó que los detenidos pertenecen a una banda denominada “Los Pichones” y que la pistola calibre 45 que portaban se encuentra solicitada por robo desde el 29 de marzo por el despacho que él dirige.
El par de sujetos reside en el barrio La Misión y por ello llegaron tan rápido sus madres, reveló uno de los funcionarios. “Esos tipos salieron a robarse un carro y vieron que un hombre llegó solo a la venta de cerámica en una Cherokee. Consideraron que era una papaya y se bajaron del auto en que andaba para robarse la camioneta”, aseguró uno de los agentes que participó en la operación.
La situación de rehenes culminó como a las 9:30 de la mañana y los dos detenidos fueron llevados a la sede central del CICPC.