Pese a que su madre le rogó que no saliera a bailar, Yusbelys Carolina Epiayú Gonzaléz no la escuchó e invitó a una prima a que la acompañara a una miniteca. El regreso culminó en una tragedia: la joven de 19 años se mató al volcarse la moto en la que iba con su novio, el pasado sábado en la noche, en el barrio Sobre la misma tierra de la parroquia Venancio Pulgar, de Maracaibo.
Yusbelys, quien pertenecía a la etnia wayuu, llegó a las 5:00 de la tarde a su casa después de salir de su trabajo, una pizzería ubicada en sector La Gaceta donde atendía a los clientes. Al llegar, se encontró con el padre de su hijo de tres años, con quien se había separado varios meses atrás.
Familiares de Epiayú contaron en la morgue de LUZ que su progenitora le dijo: “No vayas a salir, mira que aquí está el padre del bebé y se molesta. Tú sabes cómo es todo”. Sin embargo, la muchacha invitó a su prima Angélica a ir a bailar a una miniteca.
“Yusbelys me dijo que íbamos con su novio, Junior, y un amigo de él. Que pasarían por nosotros. Llegaron en dos motos, pero recuerdo que la de Junior falló cuando se estacionó en la casa”, manifestó Angélica Epiayú.
A las 7:00 de la noche, las dos parejas salieron a bordo de las motos y festejaron hasta las 11:00 de la noche, hora en la que decidieron regresarse a sus viviendas.
En el trayecto de vuelta, justamente cuando transitaban la avenida principal de “Sobre la misma tierra”, Junior le propuso a su amigo: “Vamos a hacer piques”.
Los jóvenes cargados de adrenalina no se percataron que un camión 350 venía de frente hacia ellos y cuando intentaron esquivarlo perdieron el control de la unidad y se volcaron.
Yusbelys quedó malherida por los múltiples traumatismos y perdió grandes cantidades de sangre. Su tía, Omaira Epiayú, declaró que la muchacha pudo morir ahogada con su propia sangre pues después de caer la movieron de posición y la colocaron boca arriba. Era la menor de ocho hermanos.
Fuente: panorama