Desnuda, amordazada, con signos de tortura y violación fue hallada una mujer, de 67 años, en el interior de su vivienda ubicada en el sector Campo Grande, en Lagunillas. La víctima fue identificada como Isabel del Valle López, de 67 años.
Al parecer, el hecho ocurrió durante la madrugada. El cadáver de López se encontraba tendido en la cama de su habitación y se presume que haya sido abusada sexualmente.
El cuerpo fue encontrado por una de sus dos hijas. La mujer vivía sola.
En el techo de la vivienda se encontró un boquete donde se presume habrían ingresado los hampones.
En el sitio se presentaron funcionarios del Cpez, Guardia Nacional Bolivariana, Impol, Protección y Control de Pérdidas Pdvsa.
Fue esa imagen, nunca vista en la zona, la que causó ayer, estupor. “Entraron por el techo de la cocina, y quien lo hizo sabía que venía una cabilla, no se la llevó por delante, cayó en ella y se lanzó al piso. Por eso creemos que quien hizo ésto, conocía la casa”, comentaba Freddy Alvarado, el vecino de Isabel.
Señala que no escucharon nada, pero le indigna, recordar que a su vecina, la maltrataron mucho hasta matarla.
“Tenía en su rostro un tirraje, se ve que se lo colocaron con mucha presión al punto de aplastarle la nariz”, contó con tono de impotencia, pues él y su familia, vieron llegar a la señora, hace 28 años a esa vivienda, que le fue asignada por ser camarera de una clínica de la industria petrolera.
“¡Cómo es posible! Era servicial, si se quiere muy callada y tranquila, siempre en su casa, y cuando salía era con sus hijas”, comentaba Alvarado.
El crimen rompió el corazón de sus seres queridos. “Mi prima la llamó y como no le respondía vino con el esposo hasta acá. Ella entró, y al ver todo, pegó un grito. Su esposo corrió a ver, y se hallaron con esa escena. No se le podrá olvidar”, decía ayer,
Zorángel Castellanos, sobrina materna de Isabel, al referirse a Sorangel Espluga, una de las dos descendientes de Isabel.
“Mi tía era una buena persona y vecina. Le gustaba vivir sola. Sus hijas se casaron y se fueron, una vive en Ciudad Ojeda, y otra en Maracaibo. Siempre estaban hablando, y si mi tía salía siempre avisaba para dónde”, comentó la joven.
Por ahora, las sospechas recaen en el hombre que pintó la casa de López en diciembre. Las presunciones apuntan hacia él, según los vecinos, porque en el techo, fue hallada una gorra similar a la que usaba esa persona.
El comisario Luis Monrroy, jefe del Cicpc-Zulia, informó ayer que por ahora, manejan varias identidades de los presuntos homicidas. “Tenemos algunos identificados, presumimos que fueron dos sujetos, estamos investigando. También esperamos los análisis forenses para determinar si efectivamente fue violada”, refirió.“Manejamos como móvil la resistencia al robo, puesto que los homicidas se llevaron prendas de la casa, pero no descartamos otras hipótesis”, subrayó el jefe policial.
Fuente: panorama