El pasado miércoles en la tarde, una de las barandas de la vereda cedió e hirió a un visitante, quien disfrutaba del paisaje junto con su pareja. Se raspó la cara y los brazos.
Ante la situación, el presidente de la vereda, Juan Pablo Lombardi, sostuvo que aunque han sustituido 30 y recuperado 80 de estas estructuras, que se instalaron en el 2003, están ubicadas en un eje que tiene constante contacto con el agua salobre, lo que hace más propensa la corrosión.