Un grupo de pistoleros fue en busca de un hombre, la noche de este domingo, para presuntamente asesinarlo. Como no lo encontraron, quemaron su rancho y luego asesinaron a su madre.
El suceso tiene alarmados a los pobladores del barrio Brisas del Paraíso, una invasión que tiene de fundada dos años, enclavada en la parroquia El Bajo, de San Francisco.
Según vecinos, el ruido de motos y un vehículo los alertaron de que algo pasaba, pero en principio lo asociaron al patrullaje de Polisur. Prefirieron no salir, por temor a la delincuencia.
Tania Parra Garcés, de 37 años, madre de cuatro hijos, se preparaba, a las 11:00 de la noche, aproximadamente, para salir a su trabajo de camarera nocturna en un motel. Una ráfaga de tiros la hirió mortalmente cuando se ponía el uniforme en su habitación.
Según dijo Anyibel Molero, vecina, el grupo homicida ingresó a la invasión buscando a "Enyerbert", de 23 años, hijo mayor de Tania. El hombre vive a menos de 100 metros de la casa de su madre.
"Al parecer, los sujetos llegaron a la casa de Enyerbert, donde vive con su mujer, pero no estaban, como no lo encontraron ahí le quemaron el rancho y se fueron a la casa de la progenitora. Cuando llegaron al ranchito le cayeron a tiros y las balas traspasaron el zinc. Fue ahí cuando cayó en su cuarto Tania", refirió la mujer.
Los pistoleros huyeron sin dejar rastro, habiendo dejado herida en la zona pélvica a la camarera.
"La auxiliamos rápidamente, la montaron en una moto pero murió en el camino, cuando la llevaban al Centro de Diagnóstico Integral de El Bajo", agregó otra lugareña, identificada como Yasmira Durán.
Tania pagó con su vida los delitos del mayor de sus hijos. Así declararon los habitantes, quienes dijeron que Enyerbert cometía "diversos actos delictivos, pero nunca se metía con nadie del barrio".
A Tania, la describieron como buena persona, buena vecina, trabajadora y siempre preocupada por el barrio.
Los lugareños se pronunciaron respecto de la inseguridad. "Aquí no podemos ni asomarnos a la ventana desde las 7:00 de la noche. Esto es tiro y tiro, como en el lejano oeste, pedimos mayor seguridad", declaró Ana Morales, habitante.
Fuente: panorama